Saltillense apasionado del cine desde pequeño, cuando su prioridad era contar sus primeras historias con sus propios juguetes, Ariel Gutiérrez Flores toca las puertas de la tensión, la incógnita, la exasperación y la profunda reflexión del espectador a través de su más reciente relato visual: “Los Tiempos de Héctor”.
Héctor es un hombre solitario que asiste suicidios en la Ciudad de México. Así conoce a Mónica. Mónica es una joven mujer que añora la muerte. El encuentro de ambas personalidades y sus caminos termina arrojando una historia en la que la muerte es el pretexto ideal para amar la vida, la vida vivida dignamente.
En entrevista para la Asociación Civil Por el Derecho a Morir con Dignidad, Gutiérrez Flores define su obra: “Los Tiempos de Héctor es una representación de la vida. Y la vida es una corta primavera entre dos largos inviernos. Existe la creencia de que todo tiene que ser feliz y alegre en la vida. Y no necesariamente. La vida es muy difícil. Este concepto meritocrático en el que se define que tú eres dueño y capitán de tu vida no es tal. La vida es dura, la vida es lastimosa, la vida es triste. La vida es horrible. Pero, incluso dentro de eso, hay una corta primavera, hay momentos luminosos que pueden ser cuando uno tiene sexo, cuando escuchas una canción, cuando tu equipo mete gol, cuando hay una buena comida, cuando ves a tu familia… hay momentos que iluminan a la vida”.
Y el concepto de esta “corta primavera” de Ariel Gutiérrez llegó hasta Cannes, Francia, donde presentó su obra con muy buenos comentarios.