Conversar de la muerte con una taza de café

Camila Krauss

Aunque una de las imágenes más representativas de la cinematografía es una partida de ajedrez con la muerte enmarcada por una mar nórdico, en Veracruz más bien tenemos por himno que: “para subir al cielo sólo se necesita un poco de gracia”, así que para hablar de la última etapa de la vida, a veces, basta un patio con macetas verdes y una taza café caliente.

El martes 25 de enero, gracias a la disposición e interés de Alejandro Jiménez para brindar un espacio abierto y a la vez, seguro y respetuoso, donde hablar de la muerte, Café Jasón inauguró la primera charla death cafe.

Apreciado por lugareños y visitantes por su patio, su fuente, el sabroso café y la vecindad flanqueada por la librería Argonautas, alrededor de quince personas de edades tan distintas como 80, 20 o 40 y tantos años. Bajo los lineamientos de esta propuesta global y haciendo eco a la misión de DMD México por: “promover y defender el derecho de toda persona a una muerte digna”, transcurrió la conversación de manera informal sobre testimonios de duelo, enfermedad o sobre cómo nos gustaría morir, si pudiéramos elegir.

Alejandro comentó al inició: “Poder hablar sobre la muerte nos hace reflexionar y cuestionarnos, contemplar la vida, genera empatía entre nosotros y nos ubica en el presente. Es por eso que nos sumamos a abrir el espacio a causas como Derecho a Morir con Dignidad A.C. y otras, como Death Cafe […] El propósito es fomentar la conciencia social.”

A pesar de ser una tarde fría el ánimo fue cálido, agudo, pero sobre todo humano. Entre las 15:00 y las 17:00 horas, abogados, psicólogas, contadores, médicos, artistas, madres, hijos, estudiantes, viajeros, externaron sus inquietudes y reflexiones. Hablaron como profesionistas y como personas de a pie, como familiares, amigos; como seres afectados por la muerte, de una u otra manera, sea como un hecho directo, si perdieron a un ser querido, o cuestionando la construcción cultural que supone la noción misma de muerte y cómo incide en nuestra sociedad, desde aristas tan distintas como lo médico, lo legal, lo familiar, lo espiritual.

“Sin un guion cerrado ni objetivos concretos –como mencionó el anfitrión-, excepto romper el tabú”, confraternizando sin prejuicios acerca del tema, dando espacio a la palabra y también al silencio para la escucha y la introspección. Además, momentos con sentido del humor también tuvieron lugar fuera por una anécdota o por el ingenio de unos versos.

Magno Garcimarrero, personaje xalapeño, abogado, diputado y senador, quien ha sido defensor de la eutanasia en Veracruz, asistió a este encuentro entre parroquianos del Café; Magno es también reconocido versador y despidió la tarde con la lectura de las Calacas Covid 2020 y sus sextetas:

Morir a voluntad es la consigna
El suicidio asistido fin garante    
Sin el cruento dolor agonizante
Sino la placidez de muerte digna.

El público asistente se despidió con ánimo ligero, pese a la solemnidad del tema y conmovido porque se hubiera dado la ocasión para este tipo de diálogo; asimismo  agradecido por la labor que ha emprendido DMD México. El evento tuvo especial eco en redes sociales locales, y el interés y la necesidad porque se repita mensualmente, quedo expresado.