¿Qué es muerte digna?

La muerte es la última experiencia del hombre; la experiencia cumbre de nuestras vidas. La muerte da miedo; es enfrentarnos con lo desconocido y esto no deja de producir vértigo.

Sin embargo, la muerte se antoja menos temible, o al menos un poco menos temible cuando sabemos que podremos atravesarla sin dolor físico inútil e innecesario porque ya no hay esperanza; cuando sabemos lo que podremos hacer porque existe el marco legal que nos lo facilita, que nos lo permite; cuando sabemos que podremos vivir nuestra muerte con la tranquilidad que da la ausencia de dolor, sin tubos que hagan de nuestros últimos momentos un calvario de sufrimientos terribles que nos impidan despedirnos en paz de quienes amamos, de quienes nos han acompañado durante la vida.

La muerte se antoja menos temible cuando sabemos que podremos decidir, que ha llegado nuestro momento de partir y queremos despedirnos en paz.  Pero para que esta posibilidad se abra a todos los mexicanos, para que pueda darse de manera abierta sin temor a sanciones legales o reparos sociales que la hagan impracticable; para que sea posible en nuestro país optar por una muerte digna, hace falta recorrer todavía un camino arduo. Un camino plagado de tabúes, creencias atávicas, vericuetos y tecnicismos legales y económicos, entre otros,  que hay que ir socavando poco a poco.

El tema del derecho a morir con dignidad está en el ambiente. En México tenemos las bases, no tenemos que partir de cero para movernos en esa dirección. Legalmente, ha habido avances. Cuando se trató el tema de trasplantes de órganos se consiguió que se aceptara que la muerte cerebral equivalía a la muerte de la persona.

Académicamente, también ha habido avances. Estudiosos de diferentes disciplinas, como los que integran el Consejo Asesor de DMD tienen ya un buen trecho andado. Estos abogados, artistas, aseguradores, especialistas en bioética, filósofos, psicólogos y religiosos, entre otros, han profundizado en el derecho a morir con dignidad, cada uno desde su particular disciplina, y contamos ya con sus conocimientos, publicaciones y experiencia.  Sin embargo, hacía falta una presencia en el debate acerca del derecho a morir con dignidad: una organización civil que abordara el tema desde la muy particular perspectiva de las asociaciones civiles. De ahí la pertinencia de crear Por el Derecho a Morir con Dignidad.