Cinco grandes preguntas y respuestas sobre la eutanasia

por Marcel Sanromà

El parlamento español decidió esta semana pasada que estudiará un proyecto de ley presentado por el Partido Socialista (PSOE) para legalizar y regular la eutanasia en el país. Si se concreta, España pasaría a formar parte del reducido club de países en el mundo donde es legal este derecho en algunas de sus formas.

Y es que no hay un solo tipo de eutanasia y no todos los países que permiten la eutanasia la permiten del mismo modo Para entender las diferencias entre le yes hay que comprender que la palabra eutanasia suele englobar en la concepción social general al menos tres conceptos relacionados pero distintos.

1 ¿QUÉ TIPOS EXISTEN?

El primero de ellos es la eutanasia activa, que consiste en que un médico suministre, de forma consciente, componentes químicos al paciente para provocar le la muerte. Es decir, lo que en términos filosóficos se denomina asesinato piadoso.

La segunda idea es la del suicidio asistido, que también consiste en causar la muerte del paciente administrándole fármacos, pero en este caso es el propio paciente el que se ocupa de ello.

El médico ofrece a quien de sea morir los medicamentos que necesitará, le explica cómo deberá usarlos y las dosis que necesitará. Le deja todo listo para que se suicide y no participa activa mente en la muerte. Es una fórmula, claro, que está limitada a pacientes con consciencia y movilidad corporal.

El tercer concepto es la eutanasia pasiva, que consiste en provocar la muerte del paciente no a través de la administración de químicos sino de la omisión de tratamiento, es decir, consiste en dejar morir al paciente re tirándole las ayudas que lo mantenían con vida.

2 ¿POR QUÉ PROHIBIRLA?

En el centro del debate sobre la eutanasia no interviene tanto la religión como a menudo se cree. Un estudio publica do en 2006 por la revista académica estadunidense Sociological Forum demostró que no hay una relación directa entre las creencias religiosas de las personas y su posición sobre el tema.

De todos modos, es cierto que la Iglesia católica, por ejemplo, mantiene que toda forma de asesinato es pecado y, por tanto, rechaza frontalmente la eutanasia activa.

Sin embargo, el rechazo a la eutanasia pasiva desciende significativamente, y en muchas ocasiones, la oposición a esta forma de eutanasia se reduce a un dilema ético-filosófico, que gira alrededor de los derechos de las personas y sobre en qué consiste la dignidad del ser y de la existencia.

Así, los opositores a la eutanasia, sea activa o pasiva suelen argumentar que el ser humano es digno porque vive; es su condición inherente. El Consejo de Europa consideró en 1999, por ejemplo, que “el ser humano está investido de dignidad a lo largo de su vida”. “El dolor, el sufrimiento o la debilidad no pueden privarlo de ella”, agrega, por lo que exige preservar la vida y recomienda limitar el tratamiento de pacientes terminales a los cuidados paliativos del dolor.

De este modo, opositores a la eutanasia argumentan que el avance de las terapias de cuida dos paliativos la hace innecesaria. La realidad es que en Holanda, cuatro años después de la legalización de la eutanasia, las peticiones para recibirla bajaron de 9 mil 700 a 8 mil 400, mientras que las muertes tras cuida dos paliativos aumentaron de 8 mil 500 a 9 mil 600 en el mismo período.

Además, el Informe Sicard, publicado en Francia en 2012, agrega otro elemento al debate: asegura que la eutanasia “internaliza las representaciones sociales negativas de un cierto número de situaciones de vejez, enfermedad y discapacidad.”

3 ¿POR QUÉ PERMITIRLA?

Sin embargo, la necesidad de poner fin a un sufrimiento innecesario o fútil es sólo uno de los argumentos a favor de la eutanasia. Un informe publicado en 2007 en el New England Journal of Medicine revelaba que la principal razón por la que los pacientes solicitan el suicidio asistido en el estado de Oregon, uno de los pocos en EU que lo permiten, es la pérdida de autonomía. Le seguían el deseo de no ser una carga para médicos y familia res y la imposibilidad de disfrutar de la vida.

Estas razones tienen relación directa con una concepción muy distinta de la dignidad de la persona respecto a la visión del Consejo de Europa. El filósofo británico Simón Blackburn escribió que la prohibición de la eutanasia “no quiere respeto por la vida sino […]tratar como sacrosanto el procedimiento a me nudo intolerable, cruel, sin dignidad alguna y doloroso” de la muerte natural.

La Corte Constitucional de Colombia, único país latinoamericano que ha legalizado la eutanasia activa, lo explicó de forma sencilla y directa: “El derecho a la vida no puede reducirse a la mera subsistencia, si no que implica el vivir adecuadamente en condiciones de dignidad”, razona.

Por ello esta concepción de la dignidad humana tiende a justificar la eutanasia activa, porque naturalmente, con la pérdida de autonomía no puede darse un suicidio asistido. Y además, en muchas de estas situaciones, por ejemplo, en personas tetrapléjicas, no hay de por medio un tratamiento activo para sostener la vida que se pueda cancelar para provocar la muerte pasiva.

4 ¿QUÉ PAÍSES LA PERMITEN?

Holanda y Bélgica fueron los primeros países en legalizar la eutanasia completa en 2002, algo en lo que solo le siguen los pasos Colombia, Luxemburgo, Canadá y, desde febrero, Corea del Sur. En Uruguay la eutanasia activa no es legal, pero un juez puede perdonar a un doctor que la aplique. Además, a partir de 2019, el estado australiano de Victoria permitirá la eutanasia para pacientes terminales.

Suecia, Finlandia y Suiza permiten el suicidio asistido y la eutanasia pasiva, pero no la eutanasia activa. Lo mismo ocurre en Estados Unidos en el Distrito de Columbia, California, Colorado, Oregon, Vermont, Hawaii y el estado de Washington.

Alemania, Chile, y desde marzo, la India permiten solo la eutanasia pasiva.

5 ¿Y EN MÉXICO?

Sólo tres estados en la república reconocen el derecho a la eutanasia pasiva, mientras que tanto la activa como el suicidio asistido son ilegales. La Ciudad de México fue la primera en reconocerlo en 2008, y Aguascalientes y Michoacán le siguieron al año siguiente.

Sin embargo esto debería cambiar a partir de septiembre, cuando empezará a ejercer el primer Congreso de la Ciudad de México, que estará encargado de elaborar la letra pequeña del derecho a la eutanasia, reconocido en la Constitución del nuevo estado aprobada en enero de 2017.

El artículo 11 de la carta magna capitalina establece que “la vida digna contiene implícitamente el derecho a una muer te digna”, con lo que se posibilitará por primera vez en México solicitar una eutanasia activa.

 

El filme Mar Adentro de Alejandro Amenábar relató la lucha del tetrapléjico español Ramón Sampedro por su derecho a morir

 

El artículo pertenece a La Crónica
http://www.cronica.com.mx/notas/2018/1084974.html