Suicidio asistido

¿Qué es?

El suicidio asistido es, tal como su nombre lo indica, la decisión personal de terminar con su propia vida y para lo cual requieren de asistencia. Asistencia que en la actualidad y en los países y estados donde se ha legalizado, se limita a la prescripción de un medicamento letal y/o a facilitar el medicamento a la persona que ha decidido suicidarse. El suicidio es un impulso personal de muerte y por lo tanto, quien recurre al suicidio asistido será quien realice la última acción, es decir se auto-administrará el medicamento letal.

El debate moral, filosófico y legal del suicidio asistido, en la mayoría de las ocasiones, se basa en una realidad histórica en donde la tecnología y el ejercicio de la medicina van de la mano, teniendo como resultante la necesidad de discutir la muerte desde la perspectiva biológica vs. la muerte social, psicológica y espiritual. Sin embargo, el suicidio ni es algo novedoso, ni está supeditado a la tecnología médica.

En la actualidad

El suicidio asistido, hoy en día se concibe, en la mayoría de los países como un ámbito de la medicina y por lo tanto una responsabilidad médica. Sin embargo, la medicina desde sus inicios se ha vinculado más con la conservación de la vida, que con la procuración de la muerte, por lo que habría que revisar si el suicidio asistido le compete al personal de salud o algún otro profesional que quisiera acompañar a las personas, cuando estén decididas a despedirse de su vida.

Líneas de ayuda

Existen varias líneas de atención con profesionales del otro lado del teléfono, quienes brindan ayuda psicológica ante las distintas crisis que se pueden presentar. Da clic en el siguiente botón para visualizar una lista de teléfonos donde podrán encontrar ayuda en caso de que usted o un ser querido lo requiera.

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Registros culturales

A continuación hay una lista de suicidios y suicidios asistidos que han prevalecido en la historia de nuestra cultura:

Platón, en el libro de Fedón, nos narra el suicidio de Sócrates, quien se quita la vida por haber sido condenado por corromper a la juventud y por no creer en los dioses.
Sabemos que el filósofo Empédocles se suicida.
Al tomar los romanos su palacio, el rey Mitrídates le pide a su ayudante que lo mate, en un suicidio asistido.
Bruto, yerno y asesino de Julio César, así como Cayo, también su asesino, se suicidan para impedir ser capturados.
Marco Antonio después de enterarse de la aparente muerte de Cleopatra, se suicida y cuando Cleopatra se entera de la muerte de Marco Antonio, a su vez se quita la vida.
Otro suicidio femenino relevante es el de Lucrecia que lo hace después de ser violada.
A raíz del suicidio de Séneca, asesor de Nerón, otro suicida, muchos le suceden.
En la literatura clásica tenemos los ejemplos de Egeo, por el cual el mar Egeo lleva su nombre, el cual está localizado entre Grecia y Turquía. Egeo, hijo de Neptuno, espera a su hijo Teseo, después de enfrentarse con el Minotauro, y al no ver la prometida bandera izada en el barco como señal de vida, decide arrojarse al mar, antes que enfrentar la supuesta muerte de su hijo.
Heracles también se suicida, seguido de su esposa Deyanira.
Meneceo, padre de Yocasta, Yocasta, esposa de Edipo, y el propio Edipo, se suicida.

Antígona, hija de Edipo y Yocasta, se suicidan.
Hemón, primo de Yocasta, se suicida lo que produjo que su madre, Eurídice se suicidara también.
Ayax, uno de los grandes héroes de la la batalla de Troya, se quita la vida, y el método para hacerlo lo discute con su esposa Tecmesa.
En el antiguo testamento encontramos también varios relatos suicidas, el primero, en el libro de Jueces, está el de Abimelec, quien al ser apedreado mortalmente en la cabeza por una mujer, le pidió a su ayudante que lo matara, para así no morir a manos de una mujer, otro suicidio asistido.
Sansón suplicó a Yavé morir, Saúl se abalanzó sobre su espada, Job hablaba ya del dolor emocional, ante el cual prefería la muerte, sin llegar a suicidarse.
Ahitofel, asesor del Rey David, decidió tomar su vida.
Zimri, en el Primer Libro de Reyes.
Eleazar en Macabeos.
Tolomeo en Macabeos 2, donde también cuentan la historia del suicidio de Razis.
En el libro de Tobit, Sara, quien se queda viuda siete veces tiene constantes y evidentes ideaciones suicidas.
Y el único suicidio del nuevo testamentos lo encontramos en el Evangelio de Mateo, donde se narra el suicidio de Judas Iscariote.

En la literatura que le sigue a la Biblia y a los clásicos tenemos una lista interminable de suicidas. Como por ejemplo Werther, personaje creado por Goethe, libro que tuvieron que prohibir por la oleada de suicidios que provocó. La historia nos marca un sinnúmero de personajes suicidas, que van desde Kurt Cobain cantante de un grupo llamado Nirvana, hasta Periandro (siglo VI a.C.), uno de los Siete Sabios griegos, pasando por Vincent Van Gogh, Marlyn Monroe, Horacio Quiroga, entre otros artistas.

Así que el suicidio es algo inherente al ser humano, que ha pasado por causas como el honor, el desamor, el dolor existencial, la pobreza, el miedo al duelo, las enfermedades en etapas terminales, la imitación, y que conforme fueron desarrollándose pensadores, filósofos y teólogos, se fue prohibiendo de acuerdo al concepto de que la vida es un don divino. En algunos países, para poder legalizar el suicidio asistido, han debido erradicar la palabra suicidio, como argucia legal para evitar cualquier significado negativo que pudiera tener la palabra suicidio y de ahí que se llame muerte asistida.