Glosario

Capacidad para tomar voluntariamente y sin coacción, decisiones personales y asumir las consecuencias. La autonomía supone la capacidad para formar un juicio libre sobre lo que consideran su mejor elección.

Condiciones físicas, psicológicas y sociales concretas que permiten al paciente en situación terminal actuar de acuerdo con sus objetivos, expectativas y creencias, en el contexto de sus relaciones familiares y sociales.

La decisión informada que toma un paciente para aceptar las opciones terapéuticas que le ofrece su médico.

Se refiere a las medidas de higiene, alimentación e hidratación, y en su caso el manejo de la vía aérea que brinda el personal de salud a un paciente; sin embargo, el paciente puede rechazar ser alimentado e hidratado, y esto debe respetarse. La higiene, alimentación e hidratación, y en su caso el manejo de la vía aérea permeable.

Es el cuidado activo y total de aquellos enfermos que no responden a tratamiento curativo, en el que es prioritario proporcionar alivio mediante el tratamiento del dolor y otros síntomas, así como la atención de aspectos psicológicos, sociales y espirituales.

Debido a que se trata de un término ambiguo (igualmente se utiliza para defender la eutanasia que para atacarla), es preferible utilizar el término en sentido subjetivo, es decir, en función de lo que un paciente establezca como condiciones mínimas aceptables de vida, que es lo que finalmente interesa y que puede definirse por él.

Etimológicamente significa “buena muerte” y se refiere a la acción que realiza un médico para inducir la muerte de un paciente que la ha solicitado libremente por padecer un sufrimiento intolerable para el que no hay alivio, el cual es causado por una enfermedad o condición médica para las que no hay alternativas de tratamiento.

Se lleva a cabo por un método indoloro que produce rápida inconsciencia seguida de paro cardiorrespiratorio irreversible.

Acciones médicas y medidas terapéuticas cuya utilidad esperada es nula o cercana a nula. Se considera que los medios fútiles son “desproporcionados” y fuera del contexto clínico del paciente, por lo que no hay obligación moral de mantenerlos.

Es la suspensión o el no inicio de tratamientos cuando, de acuerdo con la evidencia médica, dichos tratamientos son inútiles o fútiles, ya que solo consiguen prolongar la vida biológica, retrasando la muerte inminente, pero sin posibilidad de proporcionarle una recuperación funcional con una calidad de vida mínima.

Es la ausencia permanente de la relación cognitiva del individuo consigo mismo y con su entorno, derivada de un paro cardiaco o daño encefálico irreversible. Desde el punto de vista legal, la muerte ocurre cuando se presenta la muerte encefálica o el paro cardíaco irreversible.

Con este término se engloba a la eutanasia y al suicidio médicamente asistido.

También llamada “ensañamiento terapéutico”. Se refiere a la implementación o continuación de tratamientos o medidas que se consideran inútiles porque no modifican ni mejoran el estado del enfermo, pudiendo prolongar sufrimientos innecesarios, sean físicos, morales e incluso económicos*.

*Debido a la connotación peyorativa que estos conceptos implican para el personal de la salud, es preferible utilizar el término “futilidad”, incluido en este glosario, basado en una valoración clínica y en evidencia científica.

Conjunto de maniobras destinadas a sustituir y restaurar la respiración y la circulación espontánea en alguien que ha dejado de respirar o cuyo corazón ha cesado de palpitar, con el fin de que sobreviva.

Es la potestad de toda persona para decidir sobre la aceptación o no de las intervenciones, procedimientos o tratamientos propuestos por sus médicos, aun si, como consecuencia de esta decisión, el paciente muere. Así como en la limitación del esfuerzo terapéutico el peso de la decisión recae en el médico, en el rechazo de tratamiento recae en el paciente.

Es la decisión de un paciente de dejar de consumir alimentos y de beber agua. Se trata de un acto voluntario que el paciente realiza consciente de las consecuencias, por lo que representa una manera racional de poner fin a su vida.

Es la administración de fármacos, en las dosis y combinaciones requeridas, para reducir la conciencia de un paciente en situación terminal, tanto como sea preciso, con el fin de aliviar uno o más síntomas refractarios que le causan sufrimiento o angustia, esto realizado con su consentimiento o, si no es factible, con el de su familia o representante.

Describe la forma de sedación que se da a un paciente cuya muerte se prevé en un tiempo menor a dos semanas, cuando no se ha podido aliviar su sufrimiento por otros medios. Esta sedación va acompañada del retiro de alimentación y del retiro o mantenimiento a niveles mínimos de hidratación. Puede precipitar la terminación de la vida, pero no es el propósito de la sedación, sino simplemente causar la inconsciencia para que el paciente no experimente el sufrimiento que no se puede aliviar durante el tiempo que le queda de vida

Es la ayuda que da una persona a otra que desea terminar con su vida. La ayuda no está restringida al contexto médico. Esto significa que el motivo de la persona que quiere morir no necesariamente se debe a una enfermedad, la ayuda la puede dar cualquier persona y los medios utilizados pueden ser médicos o no.

Es un instrumento mediante el cual una persona competente establece por escrito su voluntad sobre los tratamientos que querría y no querría recibir en caso de llegar a encontrarse en una situación en que no pueda expresar por sí mismo su voluntad. La voluntad anticipada entra en vigor cuando la persona ya no es capaz de expresarla.

Las definiciones de los términos del glosario se toman del siguiente libro:

Vanda, B. (2017). Apéndice. A. Álvarez del Río (coord.).  En LA MUERTE ASISTIDA EN MÉXICO: Una opción más para morir con dignidad, (pp. 119-125). México: Por el Derecho a Morir con Dignidad, A. C.